lunes, 17 de enero de 2011

Memoria histórica (Txabi Etxebarrieta 1968), ultima parte

Este documento esta redactado por Txabi Etxebarrieta con motivo del Aberri Eguna de 1968.
Fuente: Punto y Hora de Euskal Herria.1988
Digitalizado:EHS
  



El Frente Nacional Vasco 
ETA ha desarrollado su estrategia revolucionaria a través de la idea del BATASUN (Batasun Eguna, Batzar del Pueblo, etc.) como paso primero cara a la formación de un Frente Vasco de Liberación Nacional.. Este Frente Nacional lo ve ETA como la reunión, bajo un programa mínimo, de todas las capas populares vascas cara a la obtención de la liberación nacional. Ahora bien, como sólo interesa a las capas populares la liberación nacional desde el momento en que la alta burguesía vasca esté totalmente integrada con el capitalismo español e internacional el paso que demos hacia la liberación nacional es al mismo tiempo un paso hacia los intereses populares vascos, un paso, por tanto, hacia el socialismo vasco. De esta manera, la Liberación Nacional de Euskadi no es sino un paso previo y necesario para el establecimiento del socialismo vasco.  

La acción represión 

ETA ha desarrollado una serie de actividades en sus diferentes frentes de lucha ejerciendo la acción de la Organización y contra esa acción se ha alzado tal como esperábamos, la represión por parte del opresor. 

Esta represión, al verse incapaz de desarticular globalmente a la Organización (como lo demuestra la quema de coches de txakurras en Tolosa, Iciar, Ondarroa; las bombas en «El Correo Español», Sindicatos de Bilbao, y en Sondica, Sestao y Guetxo; las lanzadas de octavillas para el Aberri y el 10 de Mayo; la distribución de «BogaBoga», «Argi», «Ekintza» y todos los periódicos de zona de ETA, etc. etc.) se ha dirigido contra el pueblo, y ha encarcelado, interrogado y maltratado personas totalmente ajenas a la Organización por simples sospechas de «ser de ETA». Dicho en otras palabras que toda la represión, en vez de desarticulamos, nos ha abierto más puertas en el pueblo, porque éste se da cuenta de quién es el opresor y quién lucha por sus derechos. Porque si algo ve claramente el pueblo es que los etarras atracan bancos para dar ese dinero al pueblo en forma de propaganda y de lucha, jugándose treinta años de cárcel o pena de muerte, mientras que la policía protege a los capitalistas por un sueldo y no por ninguna idea respetable. 

Así pues, a nuestra Acción el opresor ha contestado con una represión, y a dicha represión estamos contestando con nuevas acciones, esto es un proceso revolucionario en la práctica, en la realidad, que aumenta progresivamente la conciencia y la combatividad del pueblo. Ahora bien, nuestra Acción no debe confundirse con nuestro activismo. Nuestras acciones violentas sólo son parte de nuestra acción. Nuestra acción es toda la ofensiva política que hemos desarrollado a través del Batasun Eguna, nuestras tiradas masivas de propaganda (superamos en un 540% nuestra propaganda de hace un año, que ya era la mayor de Euskadi entera), nuestra participación en Comisiones Obreras, nuestro fuerte impulso dado a las «Mesas de cultura», etc. Nuestra acción política es global (4 frentes); consideramos las acciones violentas como parte inseparable de nuestra estrategia, porque somos revolucionarios; pero somos conscientes de que las acciones violentas sólo son parte de dicha estrategia, y no la más importante en estos momentos. 

Si alguna conclusión política podemos extraer de toda esa «guerra caliente contra la ETA» es que se ha confirmado la línea revolucionaria marcada en nuestra ya Vª asamblea, cuando se señalaba la posibilidad y la necesidad objetiva de desarrollar cuatro frentes de lucha para alcanzar una Euskadi socialista. Hemos visto que es el desarrollo armónico de los cuatro frentes lo que nos garantiza una línea revolucionaria vasca, que nos ponga a salvo de las posturas oportunistas de derecha e izquierda, así como de toda posición españolista o legalista. 

De aquí que salgamos decididos a continuar y consolidar la línea revolucionaria que hemos venido desarrollando desde la ya Asamblea Nacional de ETA. 

Las dificultades objetivas 

Hemos de ver con claridad los inconvenientes de nuestra voluntad revolucionaria, si seguimos actuando habrá «caídas», y miembros de la Organización irán a la cárcel porque la policía cuenta con enormes medios para combatirnos. No se puede actuar sin riesgo de caída. Las organizaciones que no tienen caídas son como las que no actuan, que es tanto como decir que no existen, ya que una organización es lo que hace. Si no se hace nada, no se cae, pero tampoco se avanza; antes al contrario se engaña la confianza del pueblo. Por eso a todo aspirante a militante de ETA se le advierte seriamente que puede caer, porque de hecho se ve claramente que cada vez serán más difíciles las condiciones de lucha. Responde a una forma política infantil querer encontrar métodos de trabajo revolucionarios que no acarreen riesgos. Es evidente que hemos de tender, mediante la clandestinidad y la disciplina a disminuir tales riesgos, pero lo que afirmamos categóricamente es que hoy, ahora, aquí, el que quiere hacer algo por la liberación del Pueblo Vasco no tiene más remedio que arriesgarse. Y aquel que no quiera arriesgarse a nada es que nada quiere hacer por su pueblo y, por tanto, está apoyando al opresor. Nadie está al margen de la política: o se hace la política del oprimido o se hace la política del opresor, aunque sea pasivamente. 

Somos conscientes de que hombres de la talla y la honradez de Sabino Arana Bilbao, Javier Bareño Ormaechea varria, etc., van a seguir cayendo si seguimos actuando; van a seguir siendo acusados de delitos que no han cometido y van a seguir siendo torturados. Lo sabemos. Es el doloroso precio que debemos pagar por nuestra voluntad revolucionaria. Ahora bien, ante el ejemplo de estos hombres encarcelados, perseguidos y torturados, se vienen abajo estos «u1trarrevolucionarios» que viven comodísimamente en sus casas, en plena legalidad y con total impunidad ante la policía. Claramente se ve que la policía sabe distinguir al auténtico revolucionario (perseguido como una fiera) de esos grandes santones de la «Revolución de Papel» que viven en sus casas predicando, eso sí, el socialismo purísimo. (¿Y qué hemos de decir cuando tenemos la certeza de que la policía sabe que la propaganda de tan insignes socialistas se saca en cierto domicilio, y sin embargo no hace nada, ya que preefiere dividir a las fuerzas vascas?) 

Creemos haber señalado repetidas veces la posibilidad e lucha revolucionaria. Se puede luchar y la «guerra caliente contra la ETA» nos ha certificado en nuestra postura. Se puede luchar y se debe luchar por la liberación de Euskadi. Todo abertzale debe hacerlo. Ya no basta criticar a Franco en familia. Ya no basta el decir que «se está vigilado, porque en la guerra se fue gudari». Ya no basta celebrar el Aberri Eguna o dar 20 duros al mes. todos los abertzales debemos dar un paso adelante en mestra colaboración con los que luchan por la liberación ntegral de Euskadi. Y si no es así, que no se autocalifiquen de abertzales; porque -digámoslo de una vez- hoy en día sólo es abertzale aquel que hace todos los días cosas concretas por la liberación nacional. 

La posibilidad de lucha que marcamos es evidentemente revolucionaria y se hará tanto más amplia cuanto mayor enpeño pongamos en que lo sea. Las condiciones objetivas y subjetivas del pueblo vasco no están lo suficientemente maduras para hacer triunfar la Revolución Vasca, pero sí lo están para comenzar el proceso revolucionario. Para comenzar no es preciso esperar. Obligación de todo socialista auténtico es ver las condiciones del país y darles adecuada respuesta. El desarrollo de los Cuatro Frentes de lucha es el camino revolucionario de Euskadi. A partir de dicha estrategia se ven concretarse las posibilidades de lucha revolucionaria. Y, por ello, dicha estrategia es algo irrenunciable para ETA, para alcanzar una Euskadi socialista. 

En el momento en que se cumplen los 15 años de los primeros brotes de ETA señalamos nuetra decidida voluntad de efectuar la Revolución Vasca. Nuestra lucha sólo se detendrá cuando hayamos destruido el capitalismo a escala mundial, lo cual significará que Euskadi -Norte y Sur- será socialista. De aquí que consideramos todo paso intermedio -estatuto, etc.- como una solución provisional e incompleta. 

La Guardia Civil española quiere aplicar a ciertos etarras detenidos la «Ley de fugas» -empujarles fuera del cuartel y pegarles dos tiros diciendo que se querían escapar- No nos cabe duda de que, sin que transcurran muchos meses, lo hará. Para entonces procuraremos estar preparados. Nos apoya en nuestra determinación de luchar el Pueblo Vasco. A él nos dirigimos ahora para anunciarle tiempos duros si queremos una sociedad donde el hombre no explote al hombre y donde deje de ser un delito afirmar: «Euskadi es la patria de los vascos». 

Euskadi, Aberri Eguna 1968 E.T.A.