martes, 25 de enero de 2011

Cuando Hitler mató al fútbol.


Cuando Hitler mató al fútbol.

Viena * Rep Austria

El mejor jugador del denominado Wunderteam
(equipo maravilloso), Matthias Sindelar, alias 
"El Mozart del fútbol", deslumbró en el ´34 y falleció
trágicamente en 1939, ya que con Austria anexada por 
Alemania, él se negaba a representar a una nación liderada por
el genocida de Adolf Hitler. Por ese motivo lo marcaron
como opositor, le impidieron jugar, trabajar y
cruzar las fronteras, quedando olvidado y sin trabajo, además
fue perseguido y se ofreció una recompensa a quién lo delatara.

Lo denunció uno de sus compañeros de equipo del Wunderteam y 
el 22 de enero él y su esposa italiana Camila, se suicidaron inhalando gas de la 
cocina ante la posibilidad de terminar en un campo de concentración.
En el club en el que jugaba se recibieron mas de quince mil telegramas de pésame,
y por ese mismo motivo el correo estuvo atascado por seis días, a su funeral 
asistieron cuarenta mil personas que enfrentaron la amenazadora presencia
de tropas nazis para asistir al funeral.

La calle donde él vivía, pasó de llamarce Laaerberg a Sindelarstrasse.
En el 2000, la Federación de Historia y Estadísticas del Fútbol lo nombró como el 
jugador austriaco mas importante de todos los tiempos.


Matthias Sindelar fue el máximo exponente del Wunderteam, como era 
conocida la selección austriaca de la época. Quizá el mito, y toda la historia 
que se generó en aquellos años, han hecho que le nombraran mejor jugador
austriaco del siglo.
Sindelar nació el 3 de Febrero de 1903 en el seno de una familia judía pobre, 
y pronto demostró sus habilidades con el balón por las calles de su Viena natal. 
Por aquel entonces ya era apodado el hombre de papel, por la facilidad que tenía
para pasar entre los defensas rivales. A los 15 años fichó por el Hertha de Viena,
antes de entrar a formar parte del primer equipo del Austria de Viena, donde 
ganó tres copas austriacas en sus tres primeras temporadas.
Con 23 años debutó con la selección austriaca, donde no paró de conseguir 
gestas, llevando a su selección a la cumbre del fútbol mundial. 
En el Mundial de Italia 1934, deslumbró a todos y se dio a conocer. En los octavos
de Final, la selección austriaca derrotó a Francia 3-2 con un gol de Sindelar.

Posteriormente, en Cuartos, derrotaron a Hungría por 2-1,

llevados de la mano de un magnífico Sindelar

que hizo honor a su condición de mejor jugador Europeo.
Los alemanes quería que Sindelar jugase para ellos, 
pero no quiso.

Tampoco le perdonaron su exhibición en un partido amistoso
antes del Mundial de Francia 1938.
Sindelar burló con total impunidad a los defensores alemanes, 
y fallaba goles tras regatear al portero, ya que la consigna
era que Alemania ganase.
Harto de la pantomima, marcó un gol, y Austria ganó 2-0.